sábado, 23 de noviembre de 2013

THE TRANSMOGRIFICATION OF SANTIAGO


THE TRANSMOGRIFICATION OF SANTIAGO



By Enrique R. Lamadrid
Photographs by Miguel Gandert
 One of the most dramatic transformations of Santiago takes place on july 25th in the village of Jesús María, twelve kilometers north of Aguascalientes city, the first stop on the Camino Real south of Zacatecas.

 Unlike the historically costumed  Moros y Cristianos of Zacatecas, those of the village of Jesús María de los Dolores all wear wooden masks except Santiago himself and the only female character in the play—Toci, the wife of the Aztec sun god Huitzilopochtli. With masks and indigenous characters, this morisma is profoundly Mesoamerican in character.

 The grey-faced, turbaned Moros are mounted on horses and enjoy a military advantage over the white-faced Cristianos, who wear extravagant straw hats decorated with colored tassels.

 The Rey de los cristianos or Christian king wears a large elaborate mask with a long carved beard. His soldiers are called Chicahuales, a term of Nahuatl origin meaning strong and determined. They are dressed in huarache sandals and white pajamas, emblematic of their indigenous origins, despite their masked transformation into white or mestizo Christians.

 In stark contrast to the almost endless parlamentos or scripted speeches of Zacatecas, there is no dialogue at all, only a series of escaramuzas or skirmishes, ringing with the sounds of the steel machetes of the Moros clashing with the hardwood swords of the Chicahuales. Not a word is spoken by the characters, but everyone in the crowd, including children, already knows the narrative, which they gladly share with visitors:

 Seated on his throne in Heaven, God notices the wars and pitched battles that are taking place below on the earth. The Rey Cristiano has been grievously wounded and is near death in a coma. Disturbed with the mayhem, God calls Santiago to his side and orders him to descend to earth to make peace.

 Santiago appears to the Rey Cristiano in a dream and tells him the plan. He will come to earth to heal him and help him prevail in the battle.

 The warrior saint comes down to earth on his white horse and defeats the moros, one by one. They lie on the ground either dead or agonizing.

Santiago returns to heaven and is scolded by God, who tells him:

 - I wanted peace on earth, not death and destruction. I need the moros alive.

 He then announces to Santiago:

 – Now I am giving you the power that only I and my son Jesus have: the power to resurrect the dead. Now go and bring them back to life.

 Santiago descends to earth again and rides his white horse three times over the bodies of the moros. On the fourth time, he touches each one, and they come back to life one by one.

 The rest of the celebration is a joyful Juego de Moros y Cristianos at its best. The Moros ride back and forth for an additional hour by the line of Chicahuales, clashing swords, not in combat, but in jubilation.

 The next day the spectacle is repeated, but a new character appears, a female named Toci, the wife of Huitzilopochtli, who rides among the Chicahuales and dispenses food from her basket to keep them strong.

 The most significant aspect of this fiesta is the transformation of Saint James himself, from Santiago Matamoros, the merciless Moorkiller, to Santiago Redentor, the redeemer.

 In most areas of Latin America, the transformation is never this overt and explicit, and never so boldly dramatized. In one afternoon, Santiago is transformed from the most formidable enemy of the natives, into their redeemer and protector.

 
Santiago, from Moorslayer to Redeemer – Jesús María, Aguascalientes, Mexico by MIGUEL GANDERT





Los Chicahuales, Soldiers of Santiago – Jesús María, Aguascalientes, Mexico by MIGUEL GANDERT

ENRIQUE R. LAMADRID’s research on the contexts and corridors of traditional Nuevomexicano culture has led him up and down the Camino Real de Tierra Adentro and into its watersheds with photographer and colleague Miguel Gandert.  Lamadrid co-curated the permanent exhibit at El Camino Real International Heritage Center. At UNM he teaches folklore, literature, and cultural history and is chair of the Department of Spanish & Portuguese.

MIGUEL GANDERT, a native of La Espanola, Nuevo México is a fine art and documentary photographer and Professor of Communication and Journalism at UNM, where he received an M.A. in photography. Gandert, who continues to photograph in black and white, sees documentary work as both a form of art with a strong capacity for expression, as well as a way of telling stories and understanding complex cultural relationships.

LA TRANSFIGURACIÓN DE SANTIAGO


La Transfiguración de Santiago
Por Enrique R. Lamadrid
Fotografías por Miguel Gandert
Traducción José A. Domínguez Jr.
Una de las transformaciones más dramáticas de Santiago ocurre el día 25 de julio en el pueblo de Jesús María de los Dolores, diez kilómetros al norte de la ciudad de Aguascalientes, que es uno de los primeros parajes en el Camino Real al sur de Zacatecas.

 A diferencia de los disfraces históricos de los moros y cristianos de Zacatecas, todos los del pueblo de Jesús María de los Dolores usan máscaras de madera salvo el mismo Santiago y el único personaje femenino en la obra – Toci, la esposa del dios Azteca del sol, Huitzilopochtli.

 Esta morisma es profundamente mesoamericana en carácter, con sus máscaras y personajes indígenas. Los moros con caretas grises y turbantes están montados en caballos y gozan de una ventaja sobre los cristianos de careta blanca que visten sombreros extravagantes de paja decorados con borlas de colores.

 El Rey de los Cristianos viste una máscara grande elaborada con una barba larga entallada. Sus soldados se llaman Chicahuales, un término de origen náhuatl que significa fuerte y determinado.

 Ellos visten huaraches y pijamas blancas, emblemático de sus origines indígenas, a pesar de su enmascarada transformación a cristianos blancos o mestizos.

 En un contraste claro a los casi interminables parlamentos de Zacatecas, no hay nada de diálogo, solo una larga serie de escaramuzas, resonando con el sonido de los machetes de acero de los Moros chocando con las espadas de madera de los Chicahuales.

 Ninguna palabra se pronuncia por los personajes, porque todo el mundo, incluyendo a los niños, ya se sabe el relato, el cual comparten con gusto con los visitantes:

 “-Sentado en su trono en el cielo, Dios observa las guerras y las batallas campales que están ocurriendo abajo en la tierra. El Rey Cristiano ha sido herido gravemente y está cerca de la muerte en estado de coma.

 Perturbado por la violencia, Dios llama a Santiago a su lado y le ordena que descienda a la tierra para hacer las paces. Santiago se le aparece al Rey Cristiano en un sueño y le dice el plan. El vendrá a la tierra para sanarlo y ayudarlo a prevalecer en la batalla. El santo guerrero baja a la tierra en su caballo blanco y vence a los moros, uno por uno.

 Están echados en el piso muertos o agonizando. Santiago regresa al cielo y es reñido por Dios, quien le dice:

 - Yo quería paz sobre la tierra, no muerte y destrucción. Necesito a los moros vivos.

 Entonces le anuncia a Santiago:

 - Ahora te estoy dando el poder que sólo yo y mi hijo Jesús tenemos: el poder de resucitar a los muertos. Ahora ve y tráelos ala vida.

 Santiago desciende a la tierra otra vez y cabalga en su caballo blanco tres veces sobre los cuerpos de los moros. A la cuarta vez, toca a cada uno, y regresan a la vida uno por uno.”

 El resto de la celebración es un alegre y cabal juego de moros y cristianos. Los moros galopan calle arriba y calle abajo por otra hora más por la fila de Chicahuales, entrechocando espadas, no en combate, sino en júbilo.

 Es espectáculo se repite el día siguiente, pero aparece un personaje nuevo, la mujer llamada Toci, la esposa de Huitzilopochtli, quien cabalga entre los Chicahuales, repartiendo comida de su canasto para mantenerlos fuertes.

 El aspecto más significativo de esta fiesta es la transformación del mismo santo, de Santiago Matamoros, el despiadado asesino de moros, a Santiago Redentor. En ninguna otra parte de Latino América, se encuentra una transformación tan explícita, ni dramatizada tan acentuadamente. En una tarde, Santiago es transformado del enemigo más formidable de los indígenas, a su redentor y protector.

ENRIQUE R. LAMADRID ha documentado los contextos y esferas de la cultura tradicional nuevomexicana por todo el Camino Real de Tierra Adentro con su colega, el fotógrafo Miguel Gandert. Lamadrid fue co-curador de la exhibición permanente en El Camino Real International Heritage Center (El Centro Patrimonial Internacional El Camino Real). En la Universidad de Nuevo México enseña cultura popular, literatura, e historia cultural y es el director del Departamento de Español y Portugués.


MIGUEL GANDERT, un nativo de Española, Nuevo México, es un aclamado fotógrafo y profesor de Comunicaciones y Periodismo en UNM, en donde recibió su maestría en fotografía. Gandert, quien continúa fotografiando en blanco y negro, ve el trabajo documental como una forma de arte con una fuerte capacidad de expresión, y como una manera de contar historias y entender las complejas relaciones culturales.

jueves, 17 de octubre de 2013

Chicahual on Line

Foto: Profr. J. Natividad Martínez González



Enlaces relacionados con aspectos sobre los Chicahuales, historia, tradición y adaptación.

http://csr-mpeflow.wix.com/orgullo-chicahualChicahual
http://chicahualciberntico.blogspot.mx/

Pasado y presente de Jesús María, Ags
"Memorias de un Comunero"
http://youtu.be/Iz4DuF7t4n0
http://youtu.be/pgQiUZ2-De8

Historia de mi tierra "Jesús María"
http://www.youtube.com/watch?v=kR5I4rPrdMw&feature=youtube_gdata

miércoles, 15 de mayo de 2013

Memorias de un Comunero. Pasado y Presente de Jesús María, Ags.

Promoción de la Feria de los Chicahuales  en 1996


VIDEO PARTE II
Memorias de un Comunero. Jesús María, Ags.

Memorias de un Comunero. Pasado y Presente de Jesús María, Ags.

El Templo de Jesús de Nazareth en 1931

VIDEO PARTE I


El Chicahual. Mezcla de Devoción y Travesura

Foto: César Saúl Martínez Saucedo




El Chicahual


“Mezcla de devoción y travesura”

Profr. J. Natividad Martínez González

Lo recuerdo como si ahorita fuera,

resalta su sombrero tejido por él mismo, como de petate,

hecho de palma o tal vez de zamandoque,

 copa cónica, muy alta, ala muy ancha,

y toda adornado con hilos de motas de colores

 que van de la orilla del ala  a la punta de la copa,

 ¡UNA FLOR DE MARAVILLA!


Se tapa la cara con máscara de cartón o madera

 color de rosa y cachetes colorados,

 patillas y bigotes muy negros, todo muy brillante.

 En su máscara esconde su cara y sus travesuras,

 pero yo sé que es Sebastián…


Dentro del resto de su atuendo,el calzón largo

y camisa de manta blancos, lleva también una faja roja,

 rematando con huaraches de correa,

Todo el cuerpo saltarín refleja una mezcla de devoción y travesura.


Es el mes de julio y siempre llueve, hay muchos charcos

Y el Chicahual se divierte saltando sobre el agua y el lodo

Salpicando a la gente,

Corre de aquí para allá y de allá para acá,

Lleva una mona vieja de cartón con la que asusta a los niños,

Y dá de comer elote con lodo a las muchachas bonitas


Yo toqué el tambor aquel año, se me hacía fácil y sí me dejaban,

Pero nomás un rato,

Después me sentaba a la orilla de la banqueta

A gozar de las travesuras de los viejos, hasta que ellos, cansados y sudorosos,

Terminaban la jornada montados en un caballo del volatin…


Jesús María, Ags., 8 de Julio de 1987